Toda empresa debería ser dinámica porque el medio en el que se desenvuelve, su mercado, es siempre dinámico. Pero con frecuencia, hay directivos que centran sus atenciones sólo en aquello que siempre ha funcionado, olvidándose de adaptar sus estrategias a nuevas realidades para potenciar su viabilidad empresarial.
En ANTOLÍN CARRERO sabemos que las situaciones imprevistas ponen a prueba a los verdaderos líderes. En circunstancias así es preciso analizar la situación creada, cada factor y cada elemento para poder configurar la salida más adecuada mediante un plan de viabilidad.
Se precisa mucha seguridad y determinación para sortear la presión de proveedores, mediante la credibilidad y la solvencia de una propuesta satisfactoria para el futuro de ambas partes.
La elaboración de un plan de viabilidad empresarial y un plan de choque no debe centrarse sólo en los objetivos. Comunicar, motivar, adherir y ganarse la comprensión y la complicidad de los empleados serán necesarios para el buen fin del proyecto de viabilidad empresarial. Los tiempos son tan importantes como el propio plan. De nada sirve un plan si sus plazos de gestión no se cumplen con celeridad.